Texas Gov. Greg Abbott recently issued an executive order loosening surgery restrictions previously set to limit nonemergency medical procedures during COVID-19. Sylvia Jaramillo, M.D., medical oncologist at Texas Oncology–Austin North, explains how postponing surgeries can impact local cancer patients and expresses her support of the relaxed restrictions to allow for certain procedures to resume.
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El plan de reactivación de la economía del gobernador de Texas incluye la reanudación de cirugías electivas.
La suspensión tuvo la finalidad de potenciar la capacidad hospitalaria para combatir el coronavirus, sin embargo, la medida quedó sin efecto el 22 de abril, pero quedaron en vigor ciertos requisitos.
Durante más de un mes que duró la medida, los médicos tratantes tuvieron que presentar solicitudes por escrito a la Comisión de Salud y Servicios Humanos para garantizar que los hospitales y clínicas contaban con una reserva del 25% de la capacidad de atención para pacientes del COVID-19.
Además, debian certificar que no requeririán el uso de equipo de agencias locales, estatales y federales durante la declaración de desastre.
La oncóloga Sylvia Jaramillo dijo que el cese de operaciones tuvo efectos significativos en la salud de muchos pacientes.
"Yo he visto personalmente como puede afectar el tratamiento y el aplazar una cirugía en ciertos casos, si es un poco riesgoso", dijo Jaramillo. "Porque un cáncer puede avanzar seriamente cuando se aplaza una operación entonces yo estoy muy agradecida y sé que mis colegas cirujanos están muy agradecidos de que ahora si podemos hacer más operaciones"
La doctora dijo que su consulta está recopilando datos para conocer cuántos pacientes del área sufrieron los efectos del retraso y la suspensión de las cirugías. Ella le pide a los pacientes de cáncer seguir visitando a sus médicos.